La vulneración de Derechos Humanos sigue siendo moneda de cambio.

Los Derechos Humanos del hombre y la mujer, fueron acordados por las Naciones Unidas, tras la II Guerra Mundial el día 10 de Diciembre de 1948,. Hoy en 2014, se siguen incumpliendo en muchos países del Mundo, alguno de ellos son vecinos de España.
Muchas personas, cuando se les pide que nombren esos derechos, nombraran la libertad de expresión y creencia y tal vez uno o dos más. Estos derechos siendo importantes, no alcanzan la magnitud de los Derechos Humanos.

Esos derechos, significan mucho más, No se bien en que articulo de los 30 de la Declaración Universal, dice aproximadamente lo siguiente:
“… los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y tienen derecho a la vida, la libertad y la seguridad de su persona, a la libertad de expresión, a no ser esclavizados, a un juicio justo y a la igualdad ante la ley…”. También a la “…libertad de circulación, a una nacionalidad, a contraer matrimonio y elegir con quien tener y criar a los hijos, así como derecho a un trabajo y a un salario digno e igualitario, sin acoso, abuso o amenaza de despido arbitrario…”.
Incluso abarcan el derecho al descanso, a la intimidad y a no sufrir tortura, afín de que el ser humano no se vea obligado al legítimo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión.
Por tanto los Estados vienen obligados a garantizar los derechos fundamentales de los ciudadanos bajo su jurisdicción tanto de “jure” o de “facto”, así mismo como los Derechos Civiles y Políticos y el Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales. Por lo que es procedente hacer en este contexto la pregunta del millón: ¿Cumple Marruecos este mandato, que es parte del derecho internacional vinculante, es decir, de aplicación obligatoria…?

La respuesta es de todos conocida... NO!!!
La verdadera cuestión no es si Marruecos cumple o no. ¿Actúa la Comunidad Internacional, en razón a esos derechos, respecto a Marruecos..?. Y centrándonos más en nuestro país, ¿Lo hace España…? España, desde finales del franquismo, pasando por el Rey Juan Carlos I y los gobiernos de Adolfo Suárez, Felipe González, José Mª Aznar (pese a su posición de fuerza en la Isla Perejil), Zapatero, y el propio Rajoy, nunca han hecho nada por exigir a Marruecos, que cumpla con sus obligaciones internacionales como usurpador del Sahara Occidental, por muchas y vacías declaraciones que realicen del respeto a las resoluciones de la ONU, los pronunciamientos de su Secretario General o el trabajo de mediación de su enviado personal Cristopher Roos léase las declaraciones del Ministro de Exteriores,
García Margallo (PP), apoyando las declaraciones de repudio de Marruecos a Roos. O la actitud del mismo Ministerio con Miguel A. Moratinos (PSOE), cuando la huelga de hambre de Aminetu Haidar en Lanzarote, en noviembre de 2009 -.
Marruecos, no solo persigue saharauis, mantiene cárceles secretas, sigue deteniendo, torturando y encarcelando a disidentes políticos, y cerrando publicaciones críticas con el Majzen (circulo del Rey), sino que ejerce la xenofobia contra homosexuales y personas de raza negra (también la practica España en Ceuta y Melilla). Lo más escandaloso es la actitud represiva y criminal de Maruecos contra la población civil saharaui en los territorios ocupados del Sahara Occidental.
Los gobiernos de España, no muevan un solo dedo contra el Súltan y el “Majzen” marroquí, cuando se trata de abusos o violación de Derechos Humanos, con el propio pueblo marroquí o con los saharauis. Les da lo mismo lo que hagan, y luego se dan golpes de pecho con total impunidad, pronunciando grandilocuentes y falsas declaraciones. Pues debe pesar más los contratos comerciales, las relaciones bilaterales y las prebendas personales que sacan los grandes empresario y los propios gobernantes, mirando para otro lado. Incluso obviando los chantajes y humillaciones que España recibe de Marruecos.
Como se suele decir, para muestra un botón.
Como se recordara durante los pasados días 27 y 30 de Noviembre de 2014, Marruecos organizo el II Foro Mundial de Derechos Humanos en Marrakech, al que multitud de organizaciones internacionales y la propia Asociación Marroquí de Derechos Humanos, pedía un boicot, dado que en Marruecos no se respetan esos derechos.
La nota y mal ejemplo la dio como invitado estrella, una vez más, el Expresidente español, José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE), que pronunció un discurso en la ceremonia inaugural ensalzando las medidas liberalizadoras del monarca alauita y recalcó que "…no hay un concepto más importante en la historia, que los derechos humanos…". Y a reglón seguido hizo un repaso de los lugares donde se producen atropellos: México, Nigeria, Siria, Irak y los fundamentalismos de Oriente Próximo.
El expresidentes se solidarizó con los discriminados por su orientación sexual, pero no recordó que en Marruecos hay gays encarcelados por su opción sexual, periódicos cerrados por orden del Rey, cárceles secretas donde se tortura hasta la muerte a los detenidos y que existen Tribunales Militares, que condenan a cadena perpetua a civiles inocentes.
¿Debía, en esas circunstancias, acudir Zapatero a Marrakech como el invitado de marca?. Su presencia, de por si ya era vergonzosa, pero nos llamo la atención de su discurso, sus premeditados olvidos:
- Los presos políticos y de conciencia, en especial los saharauis. La tortura que ejerce la gendarmería real, para obtener confesiones falsas.
- El aumento de la represión de los grupos especiales, contra manifestaciones conmemorativas, festivas, culturales o reivindicativas, en las ciudades del Sahara Occidental ocupado.
- Maltrato a los y las activistas de Derechos Humanos (se le negó oficialmente poder participar en el Foro, como a Aminetu Haidar).
- Ultraje a los presos políticos, privándoles de sus legítimos derechos, incluso a la alimentación básica y la asistencia medica, provocándoles enfermad y muerte.
El silencio de Zapatero, sobre Marruecos no nos sorprende porque se enmarca en una larga trayectoria, pues a parte de engañarnos, junto con el PP, con nocturnidad y alevosía, cambiando el Artículo 135 de la Constitución, para blindas el pago de la deuda al BCE.
En Enero de 2005, su Consejo de Ministros, concedió la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica a los generales marroquíes; Hamidu Laanigri, entonces director de la policía secreta (DST), y Hosni Bensliman, comandante en jefe de la Gendarmería, cuando ya conocía la Querella por Genocidio presentada en la Audiencia
Nacional de Madrid, contra altos cargos civiles y militares Marroquíes.
¿Quizás ZP debía a Mohamed VI, y a sus servicios de inteligencia, haberle aupardo hasta la jefatura del gobierno...?
Pero el PP, tanpoco se queda atrás, si recordamos la época de Loyola de Palacios, y ahora con Margallo, no queriendo repetir las tensiones de Aznar con el Sultan, que costaron a Rajoy las elecciones en favor de Zapatero. Hoy el PP favorece las tesis de Marruecos para evitar que la MINURSO tenga competencias en materia de DDHH. Cabria preguntarse
¿Que nos esperara con la presencia de Margallo, en el Consejo de Seguridad de la ONU, que tanto tiempo y dinero se han gastados de los españoles en conseguirlo?
Desde la época de Felipe González, se sigue traicionado a los saharauis, incluso desde la Junta de Andalucía, mientras una gran parte de militantes socialistas y del PP, acogen niños saharauis, visitan los campamentos y se manifiestan por la justa causa de la autodeterminación y la independencia del Sáhara.
¿Que deudas inconfesables tienen los dirigentes españoles con Marrueco, para detestar de ese modo a los saharauis? Como es posible que sigan utilizando como moneda de cambios a los saharauis y silenciado la violación sistemática de sus derechos más elementales, y sin reconocerlos públicamente en los Foros de Derechos Humanos.
¿Que piensa de todo esto el nuevo líder del PSOE, Pedro Sánchez…?.
Es urgente y necesaria una regeneración política. La política como servicio y no como profesión, que luego se convierte en garrapatas chupando toda su vida del poder del pueblo, y en muchos casos corrompiéndose y vendiéndose al mejor postor.


Miguel Castro, 10 de Diciembre de 2014