Artículo-crónica de Francisco Vigueras y Juan Antonio Díaz
sobre el acto "ARDE LA MEMORIA. Poesía y
música contra la intolerancia", celebrado el pasado domingo por iniciativa
de la plataforma Granada Abierta. Nos unimos a la exigencia de devolución de
los libros robados en el saqueo de la Madraza que no fueron destruidos y que
siguen hoy en Alcalá de Henares. Son parte del Patrimonio Andaluz y referentes
de nuestra Memoria Histórica.
Difunde Área de Comunicación
de Asamblea de Andalucía (AdA)
GRANADA ABIERTA
ARDE LA
MEMORIA
Poesía y música contra la intolerancia
Poesía y música contra la intolerancia
Francisco
Vigueras y Juan Antonio Díaz
Un año
más, nos hemos reunido en la Plaza de Bib-Rambla, en una nueva edición de Arde
la Memoria, para recordar la quema de libros ordenada por el cardenal Cisneros,
hace 520 años. En este encuentro poético-musical, estudiantes de la Universidad
de Granada, dirigidos por la profesora Nadia Hindi, han recitado poemas en
árabe y castellano para promover la convivencia entre las dos lenguas.
Prohibida hace cinco siglos por Cisneros, la lengua árabe ha vuelto a
escucharse en la emblemática plaza granadina. Y el músico andalusí Kamal Nawawi
ha interpretado su nuevo disco Alatar, sobre el cancionero morisco, en un
emotivo concierto con el maestro del sonido Manuel Dabán. Es nuestra forma de
celebrar la Feria del Libro de Granada y reivindicar una ciudad intercultural.
Recordamos
que el cardenal Cisneros decidió imponer en 1499 la fe cristiana en Granada,
incumpliendo las capitulaciones que los Reyes Católicos se habían comprometido
a respetar “para siempre jamás”. El cardenal ordenó el asalto a la Biblioteca
de la Madraza y arrojó más de 5.000 libros a una hoguera en Plaza de Bib
Rambla. No conforme con eso, mandó requisar todos los libros que hubiera en
casas particulares para arrojarlos igualmente a las llamas. Juan de Vallejo,
cronista de Cisneros, lo describe así: “Y para desarraigarlos de su perversa y
mala secta, mandó a los alfaquíes tomar todos los coranes y otros libros
particulares, hacer grandes fuegos y quemarlos todos”.
Sin
embargo, Vallejo añade: “Se quemaron todos, sin quedar memoria, excepto los
libros de medicina y botánica. Su señoría mandó traer 30 o 40 volúmenes, que
están hoy puestos en la librería del insigne Colegio y Universidad de Alcalá de
Henares”. El cronista se refiere al saqueo que sufrió la Biblioteca de la
Madraza, unos 40 libros que Cisneros salvó de la quema para llevárselos. La Universidad
de Granada debería reclamar la recuperación de este patrimonio bibliográfico
granadino que ha sido expoliado. También se salvaron algunos coranes
particulares que sus dueños ocultaron hábilmente, logrando burlar los registros
de la Inquisición. Uno de estos coranes apareció en 1996 en la alacena de una
casa del Albayzín, donde había permanecido oculto más de cinco siglos. El libro
sagrado de los musulmanes fue restaurado por los Padres Escolapios, un gesto de
tolerancia y reconciliación, reconocido por Granada Abierta con el Premio
Carlos Cano.
La quema
de manuscritos continuó luego en la America conquistada con la cruz y la
espada. Los frailes españoles llevaron a cabo, con particular delirio, la
destrucción de códices que ellos consideraban como “obras del demonio”. Por
ejemplo, el bello colorido y los extraños caracteres de los libros autóctonos
mayas hicieron pensar que se trataban de objetos que “contenían mentiras del
Diablo”. Y durante el sitio de México, en 1521, los conquistadores destruyeron
la capital azteca y un número incalculable de documentos.
Recordamos
también que, en 1933, los nazis quemaron miles de libros judíos y comunistas en
la Plaza de la Ópera de Berlín y, apenas seis años después, en 1939, el régimen
franquista celebró una infame Fiesta del Libro, consistente en arrojar al fuego
miles de ejemplares republicanos. El diario falangista Arriba justificó así
este nuevo atentado contra nuestro patrimonio bibliográfico: “Condenamos al
fuego a los libros separatistas, liberales, marxistas, a los de la leyenda
negra, anticatólicos, a los del romanticismo enfermizo, a los pesimistas, a los
del modernismo extravagante, a los cursis, a los cobardes pseudocientíficos, a
los textos malos y a los periódicos chabacanos”.
La quema o expolio de libros se ha repetido en la historia reciente. En la
guerra de Bosnia, años noventa, los serbios destruyeron más de cuarenta
bibliotecas. Especialmente dramático fue el bombardeo de la Biblioteca de
Sarajevo, en el que la artillería acabó con dos millones de libros y miles de
manuscritos. Y en 2003, durante la toma de Bagdad por el ejército de Estados
Unidos, la Biblioteca de Irak también fue incendiada y centenares de libros
expoliados. El último ataque a la cultura lo sufrió la Biblioteca de Tombuctú,
destruida en 2012 por integristas de al-Qaeda, en la guerra de Malí. Granada
Abierta denuncia todas las hogueras de la intolerancia que intentan destruir la
memoria escrita de los vencidos a lo largo de la historia y recuerda las
palabras del poeta alemán Heinrich Heine: “Allí donde queman libros, acaban
quemando hombres”.
ARDE LA MEMORIA 2019
Poesía y música contra la intolerancia
Granada Abierta organiza, un año más, el recital poético-musical Arde la Memoria, con el que rendimos homenaje a los libros prohibidos y quemados en la hoguera de la intolerancia.
Estaremos en la Plaza de Bib-Rambla, donde la Inquisición ordenó quemar en 1499 la Biblioteca de la Madraza, Y recordaremos también los miles de libros republicanos arrojados en 1939 a la hoguera por el régimen franquista.
Arde la Memoria ha sido incluido en el programa oficial de la Feria del Libro de Granada.
Dia: domingo, 12 de mayo de 2019
Lugar: Plaza de Bib Rambla.
Hora: 12:00
Intervienen:
Manifiesto: Samia Bellahmar Lkadiri.
Lectura poética, en árabe y castellano, por parte de los estudiantes de Traductores e Intérpretes de la Universidad de Granada, dirigidos por la profesora Nadia Hindi.
Kamal Nawawi cerrará el acto con un concierto de música andalusí.
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