Poca diversión

A pesar de los recortes y tijeretazos sistemáticos con los que venimos desayunando a diario en todos los niveles y desde hace ya demasiado tiempo, siempre hay excepciones. Nadie diría que el Gobierno de la Nación es la excepción pues son a los que más se les oye aquello de “apretarse el cinturón”. El Ministerio del Interior del Sr. Fernández en términos generales tampoco lo es, pues verá reducido su presupuesto un 6,3% en términos globales.
Sin embargo, su gasto en nuevas inversiones y renovación de “Material Antidisturbios y Equipamientos Específicos de Protección y Defensa” se elevará desde los 173.670 euros consignados para 2012 hasta los 3,26 millones previstos para gastar en 2013. Toda una declaración de intenciones por parte del Gobierno central.
Y esto no acaba aquí. De hecho, el plan quinquenal –tal y como suena, quinquenal- de gasto en antidisturbios previsto se dispara de los 759.330 euros con los que se iban a cubrir los gastos de los cinco años comprendidos entre 2011 y 2015, hasta los 10,02 millones de euros que dedicaremos a estos menesteres entre 2012 y 2016.
Este incremento exponencial es cuando menos sorprendente. De un lado, contraviene las modernas tendencias en seguridad democrática, basadas en la educación, la responsabilidad, la justicia social y la prevención, a la que no se dedica ni un euro. Nada de nada para la formación en derechos humanos, la prevención de las drogodependencias o la educación social en las zonas especialmente castigadas por la exclusión social.
Y de otro lado, no tiene nada que ver con ninguna de las recientes recomendaciones efectuadas por el Comité Europeo para la Prevención de la tortura y de las penas o tratos inhumanos o degradantes. Tampoco recoge ninguna de las demandas ciudadanas propuestas por las 46 entidades cívicas, profesionales y universitarias que constituyen la Coordinadora para la Prevención y Denuncia de la Tortura y cuyo leitmotiv es vigilar que se cumpla por el Estado español lo dispuesto en el Protocolo Facultativo de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes de Naciones Unidas. Sin embargo, el análisis de los últimos tiempos arroja rotundas conclusiones en sentido contrario: hay más personas denunciantes de vulneraciones de sus derechos, crece el número de situaciones de riesgo y violaciones de los derechos humanos básicos, se incrementa el índice de denuncias por cada 100.000 habitantes (ya estamos en 1,85 denuncias/año) y las movilizaciones sociales se convierten en el ámbito de mayor vulnerabilidad (591 denuncias en 2012).
Bingo. Aquí parece estar el quid de la cuestión. Gastar más en material represivo está justificado para liquidar la protesta social. Esto ya nos suena. Los nuevos movimientos sociales, las constantes manifestaciones públicas y el descontento ciudadano ya han sido atendidas por parte del Gobierno central, que las tiene muy en cuenta. Y vaya si han destinado recursos: un 1780% más. Ahora bien, para reprimirlas. Ni indignados, ni mareas, ni plataformas, ni sindicatos: gastos en antidisturbios. Se compra más material policial con lo que pagan de impuestos y listos para lo que venga, que seguro que a palos es como mejor se arregla.
Sin duda estamos entrando en una dinámica donde crece el Estado policial a costa del Estado social. A nivel municipal ya teníamos el caso de Sevilla, donde el Gobierno municipal ha creado una Brigada Antidisturbios (a pesar de ser esta materia competencia del Cuerpo Nacional de Policía) y aprobó y pagó a finales del año pasado un plan especial de productividad sin importar lo más mínimo los recortes salariales y de derechos al resto de funcionarios municipales. En esto, el alcalde de Sevilla y presidente del PP andaluz, Zoido, fue un visionario. Ahora el ministro Fernández sigue su senda. Nos falta por ver el proyecto de nuevo Código Penal que nos está preparando Gallardón. Seguro que aburren hasta al mítico grupo punk Eskorbuto que hace años nos lo anticiparon con su: “Mucha policía, poca diversión”. ¡Qué razón llevaban!


Luis Ocaña, Abogado del SAT, Miembro de Asamblea de Andalucía (25/Junio/2013)
Fuente original: andalucesdiario.es