Los niños y niñas
saharauis del programa “Vacaciones en Paz”, durante su estancia
en Andalucía, siguen acudiendo a las recepciones y recibimientos
institucionales, prácticamente desde que llegaron a finales del mes de Junio.
Dentro de su principal actividad como niños que son, algunos bastante pequeños,
son concientes del papel de “embajadores” que ejercen en representación de su
Pueblo, algunos incluso se atreven a plantear cuestiones sobre su vida en los
campamentos y preguntas, a veces comprometidas en estos recibimientos, y saben
compaginan la diversión, los juegos y las actividades lúdicas que disfrutan
cada día, en sus localidades o ciudad de acogida, rompiendo también el silencio
que hay sobre su causa.
Hoy visitaron
la Presidencia de la Junta de Andalucía, y fueron recibidos por su
titular, Susana Díaz, que tras las fotos de rigor, y la captación de
imágenes por parte de los medios gráficos presentes -no periodístas, para
evitar preguntas embarazosas-, se les ofreció a todos los niños y
familiares de acogida, un refrigerio y unos canapés. Y a cada niño o niña
saharaui una bolsa con distintos objetos; camisetas, gorras, material escolar y
otros regalo.
La decepción de
las familias de acogida y de los propios medios gráficos, fue la actitud
displicente y descortés que provoco la Presidenta, ante el saludo que
improvisamos para agradecer el recibimiento y relatar brevemente porque vienen
los niños desde el desierto donde viven exiliados con sus familias, la labor de
solidaridad y apoyo al Pueblo Saharaui, por parte del movimiento civil
en Andalucía y la necesidad de que el Gobierno de la Junta lidere este
movimiento en defensa del derecho de autodeterminación, promulgado por la ONU
para que los saharauis decidan libremente sobre su destino. “..y estos
niños puedan venir no como refugiados, si no como niños libre e independientes”,
concluimos.
Mientras esto
se decía, Susana Díaz, se hacia la ausente, sin prestar atención y haciendo que
conversaba con los niños, para no darse por aludida. Susana, en apariencia tan
amable y cercana, saco de forma descompuesta sus uñas, para acallar nuestra
vos, diciendo “…dejemos la política para otro día, hoy es el día de los
niños…”. “…aquí no se hace política, los debates al Parlamento” “..Si
ustedes quieren luego hablamos de lo que sea, pero aquí no!!!”. Venga
fotos, cámaras, fotos.. Solo eso le falto decir.
Desde hace casi
20 años, el Gobierno de la Junta, tras múltiples peticiones nunca ha accedido a
reunirse con una representación del movimiento solidario andaluz con el Pueblo
Saharaui. A la propia Díaz, se le pidió el pasado año y este mismo mes lo ha
solicitado el Delegado Saharaui en Andalucía, recibiendo la callada por
respuesta.
Esta reacción
podíamos preverla, ya que el pasado año aun sin ser Presidenta, recibió a los
niños, por delegación de José A. Griñan, prohibiendo cualquier tipo de
intervención o discurso de saludo. No escuchar peticiones para evitar hacer
declaraciones espinosas, era la herencia recibida de Griñan, íntimo de Felipe
González, e imputado en el caso de los “ERES”, por lo que
decidió dimitir y nominar a Díaz, como Presidenta de la Junta.
Hemos visto a
una político, sin cintura e incapaz de encajar una controversia. Una persona
POLÍTICA, que cobra y vive de la política, que cada día hace política, alguna
absolutamente reprochable y con perjuicios para la ciudadanía. Que se niega a
que se hable de política, en la casa donde se reúnen los políticos del Gobierno
Andaluz, para decretar normas y edictos políticos, que afectan a los y las
andaluzas. No quiere oír hablar de política a un movimiento civil de
solidaridad. ¿Pero que son estos y estas políticas…?
¿No será que
proyecta algún viaje político a Marruecos, y no quiere que el enano con corona,
se entere que ha confraternizado con el Polisario y sus amigos…?. Puestos a
imaginar, estas desconcertantes actitudes de los POLÍTiCOS/AS, todo podría ser
posible. No creen ustedes…?
Miguel Castro, Asociación de Amistad con el Pueblo Saharaui, 16 de julio de 2014