El 27 de junio Ada Colau, muy conocida líder en España de la
Plataforma de los Afectados por las Hipotecas, quien encabeza ahora un
transversal movimiento social y político llamado Guanyem Barcelona para
ganar la alcaldía de la ciudad, aseguró que hasta ahora no he sido nunca
independentista, pero ahora mismo, el 9-N votaría sí-sí. Añadió que la
plataforma Guanyem Barcelona está totalmente a favor del derecho a decidir.
Siempre hemos estado a favor.
Ada Colau podría haberse refugiado en un oportunista
silencio respecto a su intención de voto el 9-N, pero es una persona que habla
claro. Ha dicho dos cosas: va a haber un referendo y ella va a
votar sí-sí.
El 9 de noviembre, se supone, habrá una consulta en
Cataluña, organizada por el gobierno regional y al cual se opone el gobierno
español. En Cataluña hay amplia mayoría a favor de ejercer elderecho a decidir.
En España hay mayoría en contra, pero aumenta la opinión favorable. A su cabeza
el nuevo partido, Podemos. El joven politólogo y diputado europeo Pablo
Iglesias, madrileño, no se cansa de decir valientemente que él está por la
autodeterminación de vascos y catalanes, aunque le gustaría que no se
separen.Catalanes y vascos no nos dejen solos con los españoles del PSOE, debe
pensar para sus adentros.
Las dos preguntas del 9-N serán: 1) Está usted a favor de un
Estado Catalán? 2) Si ha respondido que sí, ¿está usted a favor de un Estado
independiente?
Una respuesta sí-no sería la de los federalistas. Sí-sí indica
estar a favor de una república catalana independiente. Yo pienso
votar sí-sí, como Ada Colau. ¿Pero nos dejarán votar el 9-N?
La declaración de Ada Colau más su trayectoria de elocuente
activista práctica contra la burbuja inmobiliaria antes de 2008 y contra los
desalojos hipotecarios después amplía el espectro de Guanyem
Barcelona a toda la izquierda política, incluyendo las CUP (candidaturas
de unidad popular), el movimiento Procés Constituent, Podemos (donde
Ada Colau tiene gran predicamento) e ICV (que es el remozado partido comunista
de Cataluña con un tinte verde).Guanyem Barcelona limitaría a su derecha
con Esquerra Republicana, que (con Oriol Junqueras) está creciendo en votos.
Más a la derecha quedaría Artur Mas, también nacionalista, actual presidente de
la Generalitat, muy presionado para que llegue a algún acuerdo pactado con el
régimen español –su todavía cuantioso caudal de votos disminuye a cada
encuesta. Hay además dos partidos españolistas (el PP y Ciudadanos) y el
menguante partido socialista, que pueden obtener entre todos más de 30 por
ciento de los votos en Barcelona y en Cataluña.
En la confluencia de Guanyem Barcelona hay algunos
ingredientes políticos que pueden dar dolor de tripas. A mí me lo produce ICV:
sus ya remotos orígenes estalinistas y la actuación de mayo de 1937,
compensados después por su resistencia al franquismo pero estropeados al final
por empujar la reconciliación con los franquistas y su liderazgo en la
restauración monárquica de 1975-78 con Jordi Solé-Tura en la ponencia
constitucional, votando contra el derecho a la autodeterminación propuesto por
la izquierda vasca.
Ada Colau dice que debemos perder nuestras obsesiones por
los orígenes políticos. De acuerdo. En la presentación de Guanyem
Barcelona el abogado Jaume Asens citó a Andreu Nin: las reivindicaciones
sociales y nacionales van juntas. Bueno, con Andreu Nin vamos adelante. Ada
Colau dice también queGuanyem Barcelona no será de ninguna manera “una
sopa de letras… creemos que la gente debe ser la protagonista”. No va a ser una
alianza de siglas entre jefecillos políticos. Será una alianza de movimientos
sociales y cívicos, nacidos y arraigados en décadas de activismo y más
recientemente entre los Indignados.Guanyem Barcelona quiere erradicar la
corrupción en el ayuntamiento (con casos socialistas y de la derecha
nacionalista catalana). Tendrá un programa de propuestas concretas, de
escuelas, sanidad, contra el hambre, por la vivienda. Ganará la alcaldía
movilizando a los activistas barriales y también a los abstencionistas.
Las elecciones municipales en España serán en mayo de 2015.
Algunos sueñan con otro 14 de abril. No es imposible. Antes puede haber este
referendo del 9-N en Cataluña, con apoyo en España de Podemos y también,
menos entusiasta, de Izquierda Unida (los post comunistas españoles). El PSOE
(el partido de Felipe González que engordó con la transición, socialistas
monárquicos que permitieron que los franquistas se amnistiaran) se opone por
ahora a la consulta en Cataluña. Si al final el referendo del 9-N no se
celebra, habrá elecciones en Cataluña (con probable gobierno de Esquerra
Republicana), entrando en una dinámica en que republicanismo independentista
catalán y republicanismo español (liderado por Podemos) se apoyen mutuamente.
Joan Martínez Alier, ICTA-Universitat Autónoma de Barcelona
Fuente original: LaJornada, de México