Un millón de Euros se
han gastado de las arcas del Estado para conseguir el asientito por dos años en
el Consejo de Seguridad.
Por fin España tras su largo
peregrinaje por casi todo el Mundo, mendingando el voto especialmente de África
y América Latina, rogando y suplicando
poder tener un asiento en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Tras
implicar a todo el Gobierno, con Rajoy, a la cabeza, al Ministro de Exteriores,
García Margallo, y hasta la propia Jefatura del Estado, el recientísimo Rey de
España. Han ido pelegrinando por multitud de embajadas, países y reuniones con
sus mandatarios suplicándoles su apoyo para asentar sus posaderas en tan alta
instancia internacional.
Para nuestra vergüenza, España no
supero la trancha en la primera votación al NO obtener los 2/3 de votos
necesario, para ocupar uno de los cinco asientos a ocupar, de los diez puestos
no permanentes en el Consejo. En primera
votación se lo adjudicaron; Nueva Zelanda,
Venezuela, Angola y Malacia, España tuvo que competir con Turquía
por la quinta plaza.
Si no fuera por la esperpéntica
imagen que han dado nuestros altos representantes, mendingando el voto de
países a los que desde el Estado español, no les tenemos la más mínima
consideración. Máxime cuando si le preguntásemos a los españoles sobre el tema,
no sabrían contestar ni siquiera para que sirve ese organismo, si solo cinco
países; EE.UU. Rusia, China, Reino Unido y Francia, deciden sobre el Planeta.
La realidad es que los españoles
no sabemos que desmesurado interés tiene el Gobierno del PP, por tomar asiento
como miembro no permanente en el Consejo de Seguridad de Seguridad, en unos
momentos donde los cinco países con derecho de VETO, que son los que realmente
mandan, están en clave belicista organizando una nueva guerra internacional
contra el “mal”. Antes fue Afganistán, después Iraq de Sadam Useim, luego Al-Qeda
y ahora el IS (Estado Islámico), en la que de seguro nos implicaran. ¿Habrá
sido ese el empeño y sumisiones que ha debido vencer nuestro Gobierno?. ¿Para
eso nos hemos tenido que gastar un millón de euros, más viajes, hoteles,
comidas, etc. etc.? A lo mejor es que el PP, quiere limpiar la imagen de las
Azores, y del “guerrero”, José M. Aznar, en una “guerra legal”, apoyada por el Consejo al que ahora pertenece.
La pregunta del millón será, que
posición tomara España en ese Consejo, cuando se aborde la ocupación ilegal del
Sáhara Occidental, por parte de Marruecos. ¿Jugara España el papel que le
corresponde como potencia administradora, que le reconoce ese mismo Consejo de
Seguridad?, o esconderá la cabeza como hizo el PSOE, cuando ocupo ese asiento
con anterioridad con mayor respaldo internacional, y sin tener que entrar por
la esquina tras el desempate con Turquía, como ahora.
El tiempo lo dirá y ahí estaremos
los ciudadanos españoles amigos del Pueblo Saharaui, para exigirle que cumpla
con el Derecho Internacional y no se arrodille más ante al Sultán alauita.
Y se repare por una vez, la traición que
el último Gobierno español de la dictadura, con el Rey padre, al frente, cometieron en 1975 contra los españoles, con
la venta y abandonando a los saharauis.
Miguel Castro, 16/Octubre/2014