Los tres españoles más
acaudalados duplican en riqueza a los nueve millones de personas que
forman el 20% de la población más pobre del país, según un informe de la ONG Oxfam.
La lista Forbes de los más ricos del mundo entrega el trono de las riquezas
españolas a Amancio Ortega, su hija Sandra Ortega y al dueño de Mango, Isak
Andic.
El estudio ‘Iguales. Acabemos con la desigualdad extrema. Es hora
de cambiar las reglas‘ detalla que las veinte personas más
ricas en España poseen una fortuna similar a los ingresos del 30% más
pobre de la población (casi 14 millones de personas).
En el último año, las veinte
mayores fortunas españolas aumentaron su riqueza en 12.300 millones de euros,
destaca Oxfam. En su conjunto, las veinte personas más ricas en España
alcanzaron en marzo de este año una riqueza de 92.000 millones de euros.
En el informe, que se difunde este
jueves en más de cincuenta países, se advierte de que el incremento de la
desigualdad podría causar un retroceso de décadas en la lucha contra la
pobreza.
Mientras el número de “milmillonarios”
con fortunas de más de 1.000 millones de dólares se ha duplicado en el mundo
desde que se desencadenó la crisis en 2008, las desigualdades se han disparado,
destaca Oxfam.
El documento muestra la magnitud
del problema de la desigualdad económica extrema y revela los
múltiples peligros que representa para los ciudadanos de todo el mundo.
Los dos motores principales que
han alimentado el incremento de la desigualdad son el fundamentalismo de
mercado y la captura del poder político por las élites, que generan leyes
hechas a la medida de los intereses de unos pocos, señala el informe.
Recaudación justa y progresiva
“La creciente desigualdad no es
fruto del azar, sino el resultado de políticas concretas que han desequilibrado
la balanza y han permitido a unos pocos obtener beneficios que se
incrementan día a día, mientras la mayoría de las personas pierde derechos,
poder y oportunidades para prosperar”, afirma el director general de Oxfam
Intermón en España, José María Vera.
Estos altos niveles de desigualdad
generan “sociedades duales y poco cohesionadas”, añade.
España tiene que dejar de ser el
segundo país más desigual de la Unión Europea, apunta Vera, quien reclama políticas
redistributivas para reducir la desigualdad.
Entre otras medidas, el director
general de Oxfam Intermón en España apuesta por recaudar de forma justa y
progresiva,invertir en políticas públicas para garantizar la igualdad de
oportunidades, acortar las escalas salariales y reducir las brechas entre
hombres y mujeres.
Para Vera, el Gobierno va en
dirección contraria, al promover una reforma fiscal que no servirá para
recaudar de una manera más justa y al presentar unos presupuestos
generales del Estado que no elevan el gasto social.
“La desigualdad extrema es un
freno a la prosperidad para la mayor parte de los habitantes del planeta”,
asegura la directora ejecutiva de Oxfam Internacional, Winnie Byanyima. Agrega
que, hoy en día, “el crecimiento económico sólo está beneficiando a los más
ricos, y seguirá siendo así mientras los Gobiernos no actúen para revertir esta
dinámica perversa”.