Carlos Cano premia a "Carmen y Carlos"

    Este año hemos concedido la Granada Abierta de Carlos Cano a "Carmen y Carlos", por defender los derechos de los currelantes. Son víctimas de la represión, por participar en un piquete informativo durante la huelga del 29 M, y se han convertido en un símbolo de la lucha sindical contra los abusos de la patronal. Mientras ellos los detienen y los condenan a cárcel, Granada Abierta les da este premio y pide también la libertad para Carmen y Carlos.

       El premio fue entregado anoche por Alicia, Paloma y Amaranta, familia de Carlos Cano, en un emotivo acto celebrado en colaboración con la Fundación Euroárabe, en el que Juan Trova interpretó canciones de nuestro querido Carlos, cuando se cumplen 14 años desde que perdimos una de las voces más potentes y comprometidas que jamás haya tenido Andalucía. Así lo hubiera querido Carlos Cano, tal y como se desprende de su cancionero popular y reivindicativo.
    "Yo no creo que el sombrero les toque en la tómbola a esos gachos trajeados que viven de na, que lo roban, lo roban, con cuatro palabritas finas lo roban". Carlos se adelantó a su tiempo con esta canción titulada El Salustiano, que compuso en 1975, año de la muerte del dictador. Ahora es el movimiento 15 M el que grita: "No hay pan para tanto chorizo", que viene a ser la misma denuncia, cuarenta años después.
    Por entonces, volvió a sorprendernos con La hoguera: "Escucha el grito de los que yacen injustamente tirados por la calle como animales, madre. Pronto madre, que venga alguien que nos salve," en la que nos recuerda el drama que sufren miles de familias que son víctimas de los desahucios. Y en una tercera canción, El baile del abejorro, parece que está animando a la gran movilización del 22 M: "A la calle, a la calle. Ay qué güeno que ya nos da el aire. A la calle, a la calle. Ay que güeno que ya empieza el baile.
    A los currelantes, como decía Carlos, les dedica algunas de sus mejores letras: "Los primeros los obreros, los lindos aceituneros, los bonitos jornaleros, la morrallita señor". Son los que huyen de la miseria: "Vengo de abajo, cansado de tanta cuesta. Vengo, no sé adónde voy huyendo de ella, la miseria", o como afirma en otra de sus canciones: "Yo quiero decir que algo pasa aquí, por el Sur: mucho sol y sol y poca luz".

    El cantautor granadino no olvida a los temporeros, que marchaban a la vendimia del Rosellón: "Aquí me veo cruzando los montes de Francia, mientras lejos se queda mi tierra, mi gente, mi casa. Y mis ojos con tanta amargura que me avergüenzo". Aunque no falta el toque irónico en el estribillo de esta canción, cuando exclama:"Viva la grasia de Andalucía con pasaporte de emigración",
    También canta a los jornaleros, que se iban a Alemania con la maleta de madera y cargados de bultos: "Hasta un pueblo de Alemania ha llegao el Salustiano con más de cuarenta años y de profesión el campo, pa buscarse la habichuela y ahorrar algunos marcos". Cincuenta años después, son los jóvenes, con un título de licenciado y ordenador en la mochila, los que se van a Alemania para trabajar de camareros con un minijob. Perdón: "No nos vamos, nos echan", dice esta generación de talentos, expulsados por la crisis que han provocado los "gachos trajeados".
    Pero de todas las canciones que Carlos dedica al pueblo trabajador, nos quedamos con su "murga de los currelantes", que es algo así como la internacional con acento andaluz: "Que s'acabe el paro y haiga trabajo, escuela gratis, medicina y hospital, pan y alegría nunca nos falten, que güervan pronto los emigrantes, haiga cultura y prosperiá". Es decir, con esta murga, Carlos se anticipa, una vez más, a la lucha contra los recortes que ahora promueven las llamadas mareas ciudadanas. Podríamos decir que Carlos Cano fue el precursor de las Marchas de la Dignidad, que recorren caminos y ciudades con el lema: "Pan, trabajo y techo".

Francisco Vigueras, coordinador de Granada Abierta