FOSFOYESOS ¡FUERA!. JUSTICIA PARA HUELVA. #MarismaLimpiaYa
Estamos
ante un momento decisivo en la historia de esta ciudad. Durante décadas y hasta
hoy, Huelva, su entorno y su provincia han sido tratadas como un estercolero
industrial. La Ría, el Andévalo, la Cuenca Minera y la Marisma, han soportado
millones de toneladas de residuos contaminados y contaminantes de las
industrias químicas, y no digamos de nuestro aire, ese que todos y todas
respiramos, pues no disponemos de otro, ni se puede comprar.
Estudios
recientes de la Universidad de Huelva
alertan de que las micropartículas que entran en nuestros pulmones, vienen
cargadas de arsénico, las cuales provienen de la fundición de cobre ubicada a
las puertas de nuestra ciudad.
Esta
es la realidad de Huelva, una ciudad de la Comunidad Europea, donde se
incumplen las leyes ambientales, supuestamente más exigentes del Planeta.
A
trescientos metros de la ciudad se eleva una montaña de residuos radiactivos
que ocupan 1200 Has de la marisma del Tinto, en contacto con un espacio de alto
valor ecológico y de zonas protegidas por diversas Directivas Europeas de la
Red Natura 2000 y en el mismo estuario de las vecinas Marismas del Odiel,
Reserva de la Biosfera por la UNESCO.
La
sentencias de la Audiencia Nacional y del Tribunal Supremo, confirman que la
empresa Fertiberia, titular de la concesión del Ministerio de Medio Ambiente,
junto con Foret, han depositado ilegalmente en la marisma más de 120 millones
de toneladas de FOSFOYESOS y, haciendo mal uso de esa concesión, Fertiberia
consintió a la anterior, a otras industrias e incluso a distintas
administraciones, el vertido de varias decenas de millones de TM de otros
residuos tóxicos, industriales y urbanos, que no entraban en la mencionada
concesión.
El
resultado de este proceder es un ECOCIDIO de tales dimensiones que permiten
calificarlo como el más grande de Europa.
Nadie
sensible a la justicia, a la salud pública y al respeto al Medio Ambiente puede
permanecer impasible ante esta situación. Quienes proponen enterrar y tapar los
residuos haciendo desaparecer la marisma para siempre, ocultan que los residuos
son retirados en otras zonas. En Tarragona, en el caso Prestige y en
Aznalcóllar se limpiaron rios, lagos y mares, pero en Huelva pretenden
sacrificar nuestra marisma por ser la solución más barata para el marqués de
Villar Mir, propietario de Fertiberia.
Ha
llegado el momento de unir voces y acciones para desterrar y corregir esta
barbarie inaceptable en pleno siglo XXI y en un Estado de Derecho como es
España, en el que la Constitución Española, Norma Suprema de nuestro
ordenamiento jurídico, considera que la marisma es un bien de dominio público,
inalienable, imprescriptible e inembargable.
HUELVA VA A SALIR A LA CALLE, una vez
más, y va a exigir que se cumpla la ley y que se haga justicia con esta tierra
y con sus gentes.
Los
fosfoyesos de Fertiberia y el resto de residuos tóxicos que contaminan nuestra
marisma, nuestro aire y nuestras aguas, que afectan a nuestra salud y que han
sido tirados ilegalmente, deben ser retirados de allí por cuenta del marqués Juan
Miguel Villar Mir, persona sobre quien recae la máxima responsabilidad.
El
Ministerio de Medio Ambiente está obligado a hacer cumplir la sentencia por la
que litigó con la empresa durante 10 años y la Junta de Andalucía a supervisar
para que todo el proceso se realice de acuerdo con la normativa que al respecto
existe, como así le corresponde, al poseer las competencias en materia de medio
ambiente, retirándole la Autorización Ambiental Integrada concedida
fraudulentamente en 2008.
Ambas
administraciones deben exigir la RESPONSABILIDAD AMBIENTAL a Fertiberia, como
ya han solicitado cientos de ciudadanos por escrito, aplicando el principio de
quien contamina paga, y la devolución de todas las subvenciones facilitadas
a Fertiberia desde su adquisición por el
grupo empresarial Villar Mir.
No
podemos dejar el problema a las generaciones futuras. Tenemos la
responsabilidad de luchar por quienes enferman y por quienes nos abandonaron en
el pasado por enfermedades ambientales y especialmente por cáncer, consecuencia
de esta situación.
La
recuperación de la marisma a su estado original, generará empleo verde en una
de las ciudades españolas más azotadas por el desempleo, y no sólo supondrá el
resarcimiento de una deuda histórica, sino que la regeneración y restauración
de los humedales de las marismas del Tinto será un proyecto pionero a nivel
mundial que servirá para proyectar una imagen verde, nueva y moderna de esta ciudad.
Por
ello, porque DEBEMOS RECUPERAR NUESTRA
MARISMA, los colectivos y las personas abajo firmantes:
NOS
UNIMOS EN UNA SOLA VOZ DECLARANDO Y EXIGIENDO:
1.- La retirada
TOTAL de los FOSFOYESOS, del CESIO-137
procedente de las cenizas de Acerinox y demás residuos vertidos en la Marismas
del Rincón y de Mendaña (Zonas 2,3,4), es decir, de todos los residuos
depositados en las 720 hectáreas de la Concesión a FERTIBERIA, así como el resto de residuos vertidos en
las contaminadas marismas del Pinar (zona 1) que gestionadas por el Puerto
de Huelva fueron contaminadas, sin concesión alguna, hasta llegar las 1.200
hectáreas afectadas.
2.- La mejor y
máxima descontaminación de los terrenos ocupados por las industrias que han
cerrado en la Avenida Fco. Montenegro (confluencia de los ríos Tinto y
Odiel, denominada Punta del Sebo), mediante la declaración expresa de terrenos
contaminados, recuperándolos íntegramente para el uso y disfrute de la
ciudadanía, tal y como era antes de la implantación del Polo Químico Franquista.
3.- Que se cumpla
la aspiración histórica de la ciudad, que es la restitución progresiva y
escalonada de los terrenos ocupados por la industrias y la restauración de los
espacios contaminados por ellas, para lo que hace justo 10 años, se
recogieron más de 20.000 firmas reclamando la celebración de un referéndum, que
el Ayuntamiento ignoró, cuando los ciudadanos ocuparon la Punta del Sebo en la Gran
Garbanzada del 12 de octubre de 2004.
Mesa de la Ría de Huelva