El fiasco de la denominada "Cumbre del Clima" ha sido total. Tampoco hacía falta ser muy inteligente para preverlo desde antes de su inauguración. Durante dos semanas se han paseado políticos de segunda fila y multinacionales altamente contaminantes presumiendo de "luchar contra el cambio climático". El comunicado final ha sido el parto de los montes: dos días de prórroga de las discusiones (¿que habían hecho todos los días anteriores?) para decir tan solo que en el futuro hay que ser más ambiciosos. Calificarlo de "agridulce" es un intento imposible de ocultar lo evidente.
Por si alguien no estaba previamente convencido, en este tema -en el que la humanidad nos jugamos nuestro futuro- solo las movilizaciones y presiones ciudadanas y de los Pueblos podrían obligar a las grandes corporaciones trasnacionales y a los gobiernos que las representan a tomar medidas verdaderamente eficaces. Y para ello se precisa extender la conciencia de que el modelo de vida productivista y consumista que hemos aceptado calificar de Bienestar nos llevará en pocas décadas a la catástrofe.
Por si alguien no estaba previamente convencido, en este tema -en el que la humanidad nos jugamos nuestro futuro- solo las movilizaciones y presiones ciudadanas y de los Pueblos podrían obligar a las grandes corporaciones trasnacionales y a los gobiernos que las representan a tomar medidas verdaderamente eficaces. Y para ello se precisa extender la conciencia de que el modelo de vida productivista y consumista que hemos aceptado calificar de Bienestar nos llevará en pocas décadas a la catástrofe.